Las ventajas de la RFID cada vez son aprovechadas por más sectores y el retail es uno de los que más se ha beneficiado de su implementación. Con esta tecnología se puede mantener controlados los productos desde su origen, mejorar su trazabilidad y facilitar un inventario más preciso. Sin embargo, tradicionalmente ha habido grandes dificultades para garantizar el funcionamiento de esta tecnología con productos particulares, como los frescos y metálicos, y el mercado paralelo ha sido un quebradero de cabeza para muchas compañías. No obstante, en los últimos meses, la industria ha desarrollado unas soluciones tecnológicas particulares para solventar cada una de las problemáticas.

Las grandes firmas han encontrado en la RFID una solución a un problema que en muchas ocasiones daña la imagen de su marca: el mercado paralelo o grey market. Esta situación se produce cuando una compañía introduce una serie de referencias en un país determinado pero, al utilizar terceras partes, pierde el control de la línea de distribución y el producto acaba comercializándose en lugares ajenos al conocimiento de la firma productora, lo que repercute en una eliminación de cualquier garantía que pudiera tener el artículo para el consumidor final. La situación evidentemente empeora cuando dichas referencias han sido objeto de falsificación.

Analizado el problema, la industria del antihurto ha desarrollado una solución tecnológica con la que poder controlar el mercado paralelo tanto para el negocio del vino como para cualquier otro que se enfrente a esta situación. Por ello, Checkpoint Systems ha producido una etiqueta que se vincula directamente a la trazabilidad del producto y permite su identificación. Esta etiqueta se lee con tecnología RFID y dota de identidad digital a cada producto, incluyendo información única y variable accesible en tiempo real durante la cadena de distribución, por pallets o de forma individual, o en los puntos de venta.

De esta manera, la solución garantiza la trazabilidad de cada producto desde el origen a la tienda; detecta si alguno de los productos se vende fuera del mercado oficial; conecta al consumidor con la marca generando contenido personalizado; y protege a la marca evitando falsificaciones.

RFID contra el desperdicio alimentario

Otro punto a favor de la RFID es que mejora la experiencia de compra del cliente al permitir un servicio de venta más ágil y unos establecimientos más preparados para garantizar la fiabilidad del stock, lo que se traduce en el aumento de ingresos y la reducción de costes. Esto abre la puerta a una mejor gestión de los productos y, para lograr su aplicación sobre frescos, a comienzos de año nacía RFreshID TM

Esta solución permite a las tiendas monitorizar el inventario mediante una fácil identificación de los productos próximos a caducar o que ya hayan caducado y da información precisa de cuándo es necesario realizar una reposición de la mercancía o de cuándo se necesita realizar un descuento para la venta. Más concretamente, la utilización de RFreshIDTM permite reducir hasta un 60% los alimentos que desechan, ahorrar un 78% en el tiempo que dedican a comprobar a mano la mercancía y mejora la precisión del inventario hasta un 99%. Todo esto convierte esta solución en una herramienta de peso contra el desperdicio alimentario.

Una innovadora etiqueta para proteger los productos metálicos

La última gran novedad de la industria lleva el sello de Checkpoint Systems. Desde que se introdujo la tecnología de radiofrecuencia, siempre ha existido el problema de proteger la mercancía metálica. Hasta ahora, siempre se recurría a las clásicas vitrinas debido a las imprecisiones de las etiquetas clásicas sobre este tipo de material. Sin embargo, con la introducción de la denominada etiqueta antihurto MetalTM RF, se protege la mayoría de los artículos en entornos de exposición abiertos, y la pérdida desconocida se puede reducir hasta el 50% al utilizarse en la mayoría de objetos metálicos para crear una fuerte disuasión visual. De esta manera, la nueva etiqueta protege artículos como desodorantes, latas de conservas, leches maternales, perfumes, cosmética y todo tipo de productos con un packing compuesto por materiales metálicos y que son considerados de alto riesgo de hurto.